[Opinión]: Buenos tiempos para la cultura
La gestión de Omar Prieto fue oprobiosa en términos culturales: el pillaje y la rapiña fueron sus insignias. Wolfgang Viloria comenzó con miles de promesas, reunió a cientos, escuchó a decenas y se convirtió en una unidad nepótica, con sus familiares más cercanos como funcionarios públicos. Manejó la institución cultural del Zulia como una choza, y lo que aún tuviera dignidad y elegancia, se encargó de convertirlo en un techo de paja, no literal, sino mental.
Grandes amigos lo acompañaron en los primeros meses, sé de hombres como José Molero, quien intentó reformular la Escuela de Teatro Inés Laredo, además, vi a hombres y mujeres que se dedicaron a hacer llegar sus proyectos, esperanzados en que existiría un nuevo aire, sin duda diferente, al que había impuesto la rosca de Giovanni Villalobos y su suegra (sucesivos secretarios de cultura de Arias Cárdenas). Pero esos aires nuevos nunca llegaron, en su lugar, el humo de sustancias, que por si solas no hacen ningún daño, pero que en manos de un ocioso, producen dejadez y destrucción, inundaron las paredes y salones de nuestro recinto cultural regional.
no invirtieron un centavo, ni un segundo
Fue una gestión de flojos: no invirtieron un centavo, ni un segundo, en recuperar la infraestructura de la cultura. Las trece casas de la cultura dispersas por el estado fueron más profundamente abandonadas, y en Maracaibo, las sedes culturales dependientes del estado fueron despojadas, deformadas, olvidadas y finalmente saqueadas. ¿Qué hicieron? Pues lo que el chavismo ha hecho sistemáticamente, dilapidar lo que no es suyo, lo que nada les costó: secuestraron el CAM-LB y lo convirtieron en su guarida.
A esa altura, la mayoría de los buenos hombres y mujeres de la cultura, ya marcaban distancia. Algunos nunca pudieron hacerlo completamente, por ser empleados de esa institución, pero muchos, si pusimos un muro entre ellos (los de Wolfgang) y nosotros, los del hacer cultural genuino.
La estrepitosa caída electoral de Omar Prieto trajo una luz al final del túnel. Son más de doce años de abandono cultural que por fin culminan con el nombramiento de una nueva Secretaria de Cultura: la socióloga Viviana Márquez, una mujer que ha mostrado su Aces en muchas oportunidades, que ha trabajado constantemente desde todas las plataformas de la acción cultural universitaria, encabezando hoy nuestro Cine Club Universitario y siendo uno de los dinamos que convirtieron al Teatro Baralt en el actual epicentro cultural de Maracaibo.
El nombramiento de Viviana Márquez si ofrece buenos tiempos para la cultura en nuestro estado, porque es garantía de una gerente que sabe convertir el agua en vino, las piedras en castillos y los sueños en realidades. La huella de Viviana está impregnada en cientos de eventos culturales trascendentes de los últimos diez años, y desde la reestructuración de la Dirección de Cultura de LUZ con sus nuevas políticas culturales (de las cuales fui coautor como representante estudiantil) ella ha brillado con luz propia como gerente y luchadora feroz en la defensa del patrimonio cultural de todos los zulianos.
…yo doy mi voto de confianza y pongo mis manos a la orden para la construcción de proyectos sustentables y posibles
Hay mucho que hacer, porque todas las instituciones culturales del estado Zulia parecen estar en ruinas, pero yo doy mi voto de confianza y pongo mis manos a la orden para la construcción de proyectos sustentables y posibles: un plan regional de lectura, un sistema de Feria Municipales del Libro, una Escuela de Escritores, el rescate de la labor editorial del estado (bien sea con un sello propio o coediciones), la construcción de bibliotecas, el fomento y rescate de nuestro acervo patrimonial y las memorias locales, el desarrollo de iniciativas de innovación cultural tecnológica, etc. Estamos para servir y trabajar juntos en la construcción de soluciones.
¡Son buenos tiempos para cultura! Ya era hora que llegaran.
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