Parece que estamos viviendo una réplica en política de aquel juego infantil donde los niños giraban en torno a unas sillas y alguien apagaba y prendía la música. Muy a pesar de estar decidido ya que María Corina es la candidata de la plataforma unitaria y de todos los opositores, hay muchos que están pescando en rio revuelto, y antes de haber una fecha para las elecciones ya creen que es imposible que María Corina sea la candidata. Se les hace agua la boca a grupos políticos minoritarios en el país que, sin estructura ni responsabilidades de gobierno local, proponen absurdos políticos. Hoy cuando el gobierno pone su cara de póker nosotros los opositores no podemos caer en la tentación de soltar nuestra escalera de color. Tenemos la mejor mano y debemos jugarla y es nuestro deber saber hacerlo para evitar más confrontación entre los venezolanos. María Corina debe bajar la guardia y convertirse en mediadora de la transición política y Nicolás Maduro debe despertar a la realidad que de ninguna manera será reelecto como presidente de la república. En base a las fortalezas y debilidades de cada uno, conseguir un acuerdo donde todos salgan favorecidos, o al menos, la mayoría de los venezolanos obtengan lo que más desean: el cambio político.

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