No creo en Dios, pero sí en la poesía:
Algunas reflexiones sobre mi ateísmo y el mes del libro
En abril celebramos el Día Internacional del Libro y el Idioma, específicamente el 23 de abril. Pero este 2023 nuevamente la Semana Santa llegó los primeros días del mes. Las diferencias entre las celebraciones públicas de la Semana Santa y la del Día del Libro, siempre son abismales. Final del formularioMi verdadera fe está en los libros: creo que son los fieles compañeros del éxito y la prosperidad de una nación.
El viernes santo es un día interesante en medio de las festividades religiosas católicas: celebran la muerte de su Dios. ¿De qué sirve un dios que muere, resucita y no vuelve a aparecer? Desde niño he estado descontento con la mitología cristiana, me parece, además de inconexa —los judíos, como pueblo elegido, y luego, Pablo, creando una iglesia universal— y con simbologías forzadas, una manera de justificar conductas injustificables: genocidios, violaciones, tomas del poder, corrupción y en general la
He leído sobre casi todas la religiones, me interesa mucho ver como el hombre ha creado escenarios de lo que sucede después de su muerte y mucho más, haciendo fascinante como a medida que lo hacen más complejo —el cielo, el infierno, el purgatorio, las otras dimensiones, etc.— van generando significados de los miedos más profundos de sus sociedades o de los deseos más sorprendentes de su tiempo.
¿Qué cosa puede ser más absurda que las ofertas celestiales? Hoy ningún ser humano que use tecnología y tenga las comodidades de la modernidad, querría pasar su vida en un cielo sin wifi, ni superproducciones en streaming. Los testigos de Jehová comparten en sus folletos hombres y mujeres que conviven con tigres mansos. La vida moderna es el paraíso, claro, solo si perteneces a la franja de 50% con internet, casa y trabajo. Los del 10% de privilegiados no solo están en el paraíso, sino que son semi-dioses, al poder hacer sus sueños realidad con una tarjeta de crédito.
Los libros han sido el mecanismo milenario para comunicar esos productos de la imaginación: el mundo está lleno de libros sagrados. En este momento estoy produciendo un episodio de Puerto de Libros donde hablo de la diversidad de libros sagrados. Seguro será un episodio interesante, como lo fue el episodio titulado: El diablo en la literatura, desde la creencia hasta el personaje literario.
La única opción de vida eterna en la que creo, está en los libros: el pensamiento es vida más allá de la muerte. La única resurrección que conozco está en La Culpa es la Vaca y en libros parecidos, que han resucitado el El Conde Lucanor, El Libro del Buen Amor, Las mil y una noches, entre otros, que recogen parábolas e historias maravillosas que nos enseñan a vivir.
Respeto a los hombres y mujeres que creen Dios. Amé con profundidad a Armando Rojas Guardia, quien siempre me regañó por incredulidad. Pensando en eso escribí un libro llamado “Las creencias del columpio” (publicado en 2017), que explora poéticamente el asunto de la fe desde la espiritualidad de un ateo. Lo he dicho antes: “No soy ateo por culpa de la poesía”, siguiendo la línea que impuso Eugenio Montejo cuando dijo: “La poesía es la última religión que nos queda”.
Puedes leer el libro siguiente este enlace: Creencias del Columpio (Maracaibo, 2017)
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